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jueves, 31 de marzo de 2016

Los servicios de seguridad electrónica: ¿Inversión o gasto?

Las empresas en la actualidad no pueden darse el lujo de hacer inversiones que no estén justificadas con argumentos sólidos. Las soluciones de seguridad no escapan a esta lógica. Por eso resulta crucial que haya suficientes evidencias de que la inversión en seguridad es realmente rentable, antes de contratar este tipo de servicios.
Hay un conjunto de interrogantes que deben ser resueltos, al momento de decidir si la empresa o la unidad de negocios necesita un servicio de seguridad electrónica: ¿Cuánto le cuesta a la empresa la falta de seguridad eficiente? ¿De qué manera se impacta la productividad, por fallas en la seguridad? ¿Hay realmente un retorno eficiente al hacer la inversión en seguridad?
Sean cuales sean las respuestas, lo cierto es que la seguridad electrónica en casi todos los países sigue siendo un negocio en expansión. Se estima que las solicitudes en equipos de seguridad superaron con creces la cifra de 90 billones de dólares en el último año, según un reporte de RNDS Argentina. Este dato permite apreciar la gigantesca dimensión de este negocio en el mundo entero.
No es gratuito que ese sea el panorama. La seguridad electrónica ha probado ser un medio para alcanzar sistemas de seguridad más eficaces, incrementar la calidad de vida y ahorrar gastos en vigilancia. Lo más importante es que también se han convertido en un componente que añade valor a la propiedad o al negocio que los emplea.

La resistencia a las innovaciones. La resistencia al cambio

No todos los empresarios han logrado dimensionar la importancia de los servicios de seguridad electrónica. Predomina un enfoque conservador en esta materia. En general, se confunde el concepto de sistema de seguridad con el de sistema de vigilancia. Por esa misma razón, no se logra apreciar el valor que aporta un sistema de seguridad electrónico, frente a un sistema de vigilancia basado en guardias.
Una buena parte del empresariado es migrante en el campo de los sistemas digitales. Esto quiere decir que se trata de ejecutivos que nacieron antes de la era tecnológica y tuvieron que irse adaptando a ella cuando irrumpió en todos los ámbitos de la vida cotidiana.
Muchos de esos empresarios han migrado a las nuevas tecnologías después de grandes resistencias y con un cierto desdén. No confían en la interacción entre el hombre y la máquina, o se sienten intimidados porque perciben el mundo digital como un entorno complejo, que escapa a su control.
También existe un mito en torno a los costos: son todavía muchos los que presumen que la migración hacia un entorno tecnológico implica altos costos, debidos a la adquisición de nuevos equipos. Además, también pueden percibir su esquema de seguridad, basado casi exclusivamente en vigilantes, como un modelo eficiente que no necesita complementos adicionales.
A esto se suma la oferta de muchas de las compañías de seguridad que también siguen operando a través de un esquema basado en la vigilancia física. Hay que tomar en cuenta que la mayor parte de las empresas de seguridad han sido creadas por funcionarios que vienen de las fuerzas armadas y que, por eso mismo, están más acostumbrados a trabajar con personal bajo su control que con un sistema electrónico a disposición.
De ahí que muchas de esas empresas de seguridad mantengan el modelo tradicional de vigilancia. Su estrategia es competir a partir de una sola variable: precio. Los empresarios son muy sensibles a los costos y el esquema entonces se mantiene, sin grandes signos de evolución.

Las claves de la oferta y la demanda en seguridad electrónica

04.4.Inversion
La mejor manera de ofrecer un servicio de seguridad electrónica es haciendo tangibles los beneficios en términos de rentabilidad. El ahorro en costos, el incremento de la productividad y un esquema atractivo de retorno de la inversión son los mejores argumentos. Todo esto se puede sintetizar en tres grandes beneficios de la seguridad electrónica, frente a los sistemas tradicionales de vigilancia:
  1.  Incremento de la eficiencia y la eficacia en la protección de personas y activos
Los sistemas de seguridad electrónicos ofrecen importantes ventajas en materia de protección. La primera es la posibilidad de implementar un sistema de vigilancia que funciona 24 horas, 7 días a la semana y en todos los espacios de las instalaciones. En una palabra, la seguridad electrónica puede proporcionar cobertura total, mientras que con la seguridad física el alcance es limitado.
De otro lado, los medios electrónicos brindan la oportunidad de establecer alertas tempranas: el episodio de riesgo puede ser captado velozmente y esto brinda la posibilidad de implementar una respuesta adecuada. Esto aplica no solamente para contrarrestar el factor sorpresa, tan frecuentemente empleado por la delincuencia, sino para controlar situaciones de peligro como incendios, accidentes, etc.
Finalmente, no se pueden dejar de lado otros dos importantes factores de eficiencia. Uno, que los sistemas de seguridad electrónicos, por sí solos, constituyen un elemento disuasivo para las pretensiones criminales. Y dos, que este tipo de mecanismos protegen al máximo la vida y la integridad del personal de seguridad, en tanto reducen su nivel de exposición directa a actos delincuenciales.
Todos esos factores hacen que un sistema de seguridad electrónico ofrezca mayor rendimiento que uno convencional. Esto se traduce en un menor número de incidentes de riesgo y en un plus para el valor y el prestigio de las instalaciones.
  1.  Mayores garantías de continuidad en la actividad empresarial
El sistema de seguridad electrónico puede alinearse fácilmente con las metas empresariales. Esto, debido a que un incidente de seguridad puede perjudicar la continuidad de la actividad empresarial, originando con ello un riesgo de pérdidas. Por lo tanto, a menor número de incidentes, mayor continuidad.
La compañía mexicana Schneider Electric, especializada en seguridad, elaboró un estudio sobre el impacto de los servicios de seguridad electrónica en la continuidad de la actividad empresarial. Tras 30 meses de observación, pudo concluir lo siguiente:
  • El tiempo necesario para responder a una incidencia de seguridad se redujo en un 30%
  • El tiempo dedicado a responder frente a alarmas injustificadas se redujo en un 430%
  • Se produjo una reducción en el costo del personal de seguridad
  • Se redujeron los costos administrativos en la elaboración de reportes e informes, ya que el sistema mismo los generaba
  1.  Aumento de la productividad
La tecnología de seguridad aporta valor al facilitar un monitoreo eficiente de los procesos productivos y reducir las pérdidas originadas en deficiencias operativas y robos internos. Esto se debe a que los medios tecnológicos aportan información de valor para analizar y pulir todos los procesos productivos; su función no es únicamente punitiva, sino también preventiva y de insumo para toma de decisiones.
Si la tecnología, el personal y los procesos trabajan en forma mancomunada, las empresas cosechan grandes beneficios que, indudablemente, van más allá de los límites operativos. Se reflejan en una mayor productividad y eficiencia en el conjunto de la organización.
Los sistemas de seguridad electrónicos ofrecen una panorámica privilegiada para monitorear toda la actividad que se desarrolla en una locación específica. Esto se produce en tiempo real y, en esa medida, aporta una información útil que facilita la toma de decisiones gerenciales.
Estas ventajas se potencializan cuando la infraestructura de seguridad se integra cabalmente con otros sistemas como gestión de personal, sistemas de energía, sistemas informáticos, etc.
Integración es precisamente el plus que ofrece SUPERVISA S.A. para fortalecer la actividad de la gerencia, a través de soluciones en seguridad electrónica. Esto se logra a partir de la sinergia entre todos los componentes involucrados y gracias a la producción de datos relevantes, por medio de informes, reportes y estadísticas.

Nuevos tiempos, nuevos modelos de negocio

No cabe duda de que la innovación, en el mundo de la gerencia, es la fuente principal de generación de valor. Esa innovación se refleja principalmente en el modelo de negocio que adopta una empresa.
Modelo de negocio se puede definir, según palabras de Alexander Osterwalde, experto en el tema, como: “Una herramienta conceptual que, mediante un conjunto de elementos y sus relaciones, permite expresar la lógica mediante la cual una compañía intenta ganar dinero generando y ofreciendo valor a uno o varios segmentos de clientes”.
En el campo de la seguridad electrónica, así como en otros campos de la economía, viene dándose un cambio en los modelos de negocio. El cliente actual demanda soluciones flexibles, eficientes y a bajo costo. De ahí que hayan surgido nuevos emprendimientos, que se caracterizan por adaptarse a las necesidades de cada cliente específico y ofrecer múltiples alternativas para la adquisición de un bien o de un servicio.
Dentro de estos se destacan algunos como el modelo de negocio por suscripción. Se trata de un esquema antiguo, que ahora se ha visto renovado. Consiste en ofrecer al usuario una suscripción (pago por adquisición temporal), para que a cambio reciba una propuesta de valor (un producto o servicio con valor agregado).
Otro modelo de negocio innovador es el que se basa en el leasing y todas sus derivaciones. En este, el cliente toma en arriendo un equipo y lo usa, sin que adquiera el compromiso de comprarlo. Este modelo les permite a muchas personas y empresas acceder a bienes que de otra manera serían imposibles de adquirir.
La compra y venta de bienes ha cedido su lugar a la compra y venta de asesoría y conocimiento. Las empresas saben que el conocimiento es la base del crecimiento. Por eso hay un importante renglón de modelos de negocio en el que lo que adquiere el usuario es el conocimiento aplicado del proveedor.
Es lo que ocurre con los negocios de seguridad electrónica que venden asesoría para el diseño de esquemas de seguridad, o los que ofrecen el soporte técnico como valor agregado en la adquisición de un producto.
SUPERVISA S.A. ha implementado varios de estos nuevos modelos de negocio, como estrategia para ofrecer una propuesta de valor a los usuarios. Esta compañía es pionera en Colombia en el arrendamiento de soluciones en seguridad electrónica. También tiene una amplia oferta en el renglón de asesoría para el diseño de esquemas de seguridad y soporte técnico.
Estos modelos de negocio vienen adquiriendo cada vez mayor relevancia en el mundo de la seguridad electrónica. Buena parte de las empresas del sector han comprendido que la profesionalización y la especialización son las cartas que deben jugar para crecer y permanecer en el mercado. Poco a poco van desapareciendo aquellas que son “expertas en todo” y que ofrecen servicios estándar, con poco valor agregado.
El mundo gira a un ritmo avasallante. La tecnología no se detiene y los negocios son cada vez más especializados y volátiles. Quien quiera permanecer en el mercado debe agilizar el paso y admitir que la innovación es la mayor garantía de supervivencia en un mundo que cambia a cada instante.

jueves, 28 de mayo de 2015

CCTV ¿Análogo o IP?

CCTV


El mercado de CCTV en la actualidad tiene múltiples opciones. Hay equipos análogos, IP y además, híbridos. No siempre es claro cuáles son las ventajas y desventajas de unos y otros, ya que se trata de un tema técnico, que demanda un buen cúmulo de conocimientos.

Pero ¿qué es en realidad lo que diferencia a un sistema de otro? ¿Cuál ofrece mejores posibilidades para una edificación en particular?

Todo esto es lo que trataremos enseguida:

¿Qué es un CCTV análogo y un CCTV IP?

Aunque las cámaras análogas y las cámaras IP cumplen con el mismo cometido, en términos de funcionamiento presentan dos grandes diferencias: emplean un método distinto para transmitir la señal de video y aplican un proceso diferente de codificación de las imágenes.

La cámara análoga capta una imagen análoga y la digitaliza, pero antes de transmitirla la convierte nuevamente en imagen análoga, para que sea recibida por un monitor o grabador de video. La cámara IP capta imágenes análogas y luego las digitaliza, las codifica y las envía hacia computadores o equipos similares.

Las diferencias en el funcionamiento generan ventajas y desventajas para cada una de ellas. ¿Cuál es mejor? Todo depende de la función que vayan a cumplir y del aspecto que estemos comparando.

Estos son los principales puntos de referencia:

Definición del sistema

Los CCTV análogos tienen un sistema de grabación en circuito cerrado, que incorpora cámaras, monitores y grabadoras directamente conectadas a este. La cantidad de componentes está limitada al número de entradas y salidas disponibles.

En el sistema IP también tienen límite en la cantidad de dispositivos y depende de la capacidad que tenga el grabador (NVR). Estas soluciones permiten la integración con otros sistemas de la misma red, como controles de accesos, vigilancia remota, etc.

Calidad de video

Los sistemas IP ofrecen una mejor calidad de video, debido a que cuentan con funciones tales como estrechar o ampliar el campo de visión, y mayor capacidad de zoom. Como la señal es realmente digital, permiten captar mayor número de detalles.
Los sistemas análogos tienen menores capacidades. Las posibilidades de visualización son más limitadas y los acercamientos generalmente tienen como consecuencia la granulación y degradación de las imágenes.

Resolución y velocidad

Las cámaras análogas tienen buena resolución y velocidad, con imágenes de calidad y confiables, ya que tienen cableado directo. En las cámaras IP la resolución y la velocidad depende de la red de comunicaciones instalada, más concretamente, del ancho de banda existente.

Aún así, los sistemas IP ofrecen resoluciones que generalmente son superiores en un rango de 6 a 20 veces más, respecto a los sistemas análogos. Usualmente las cámaras análogas generan imágenes con una resolución de entre 400 y 700 pixeles, mientras que las IP alcanzan de 1.3 a 5 mega pixeles.

SEGURIDAD ELECTRONICA

Respuesta frente a la iluminación

Las cámaras IP registran imágenes de alta resolución, pero algunas presentan problemas en condiciones de baja iluminación, la última generación de cámaras IP vienen con iluminadores led o infrarrojos para visualización en la oscuridad. Las cámaras análogas se comportan bien en casi cualquier condición de luz y ofrecen más cuadros por segundo.

Distancia

Las cámaras analógicas pueden enviar señal de video a distancias que van desde los 300 metros hasta 1.5 kilómetros; todo depende del tipo de cableado que utilicen. Sin embargo, las imágenes pierden calidad cuando son convertidas a otros formatos, o la distancia es muy grande.

Las cámaras IP envían video digital a 100 metros si funcionan a través de Ethernet y a distancias ilimitadas si funcionan mediante una red IP. Las imágenes no pierden calidad si son convertidas a otros formatos.

Grabación de imágenes

Las cámaras análogas almacenan las imágenes  directamente en el grabador digital DVR, el cual está instalado en el mismo lugar en donde están las cámaras, generalmente en el cuarto de control. Las cámaras IP graban las imágenes mediante un software. Para grabar continuamente deben utilizar un NVR (Network Video Recorder) que puede ubicarse en cualquier punto de la red, no necesariamente en el centro de control.

Cableado

Las cámaras análogas trabajan con un cableado coaxial que, aunque es más anticuado, garantiza mejor calidad en las imágenes. En los CCTV análogos también se utiliza fibra óptica, UTP o enlace inalámbrico, pero todos tienen propiedades similares. Estos atributos hacen que esta modalidad sea más costosa.

Las cámaras IP tienen capacidad para usar el cableado de red existente, lo cual genera ahorro en su instalación. Sin embargo, el uso de la misma red implica también el uso del mismo ancho de banda, lo que puede ocasionar fallas en el servicio. Lo recomendable es tener una red exclusiva para videos, pero esto incrementa los gastos.

Mantenimiento

Los sistemas análogos, en general, no requieren la intervención de mano de obra demasiado especializada para hacer mantenimiento y reparaciones. Los sistemas IP pueden demandar la intervención de personal altamente capacitado, especialmente en eventos asociados a ataques de virus o reconfiguraciones de red.

Deterioro de datos

Los sistemas analógicos pueden presentar deterioro en los datos, debido a la distancia que debe recorrer la señal de video y las características del cableado. Los sistemas IP no tienen ese inconveniente y por lo tanto no muestran deterioro en los datos.

Seguridad

Las cámaras analógicas son mucho más vulnerables, debido a que las fuentes se pueden interceptar físicamente y los equipos de grabación son susceptibles de hurto. En ese caso, los datos quedan completamente expuestos. En las cámaras IP es más difícil interceptar los datos, ya que estos son cifrados y comprimidos antes de ser transportados por Internet hasta el servidor.

Finalmente, lo que determina el uso de uno y otro sistema son las características de la edificación que se va a custodiar. Por lo general, frente a espacios más simples y pequeños una solución análoga responde a la perfección. En edificaciones complejas y de tamaño considerable, probablemente funcione mejor un sistema IP.

Cualquiera que sea el caso, SUPERTECK le ofrece las mejores alternativas. Contamos con equipos de alta calidad, que cumplen a cabalidad con las normas nacionales e internacionales en la materia. Además ofrecemos soporte técnico y atención postventa que, con toda seguridad, está a la altura de todas las expectativas.

SUPERTECK es la solución de SUPERVISA para ofrecer las mejores opciones en CCTV. Manejamos sistemas análogos y digitales, de acuerdo con las necesidades de seguridad de cada usuario.