jueves, 31 de marzo de 2016

El control de accesos en los edificios de oficinas: Punta de lanza en la estrategia de seguridad

Colombia sigue mostrando altos índices de inseguridad, principalmente en materia de hurtos. Según un estudio llevado a cabo por el profesor Daniel Mejía, de la Universidad de Los Andes, hubo un incremento del 145.77% en los casos de hurto, entre los años 2008 y 2013. De ese porcentaje, el 42.4% corresponde a establecimientos productivos. Dentro de estos últimos se encuentran los edificios de oficinas, que siempre son atractivos para los delincuentes.
En Bogotá solamente, se registraron 1.620 hurtos a establecimientos comerciales y oficinas, durante 2015.
Eso supuso un incremento del 11.3% respecto a 2014, según cifras aportadas por la Alcaldía Mayor de Bogotá en su informe anual.
Tanto en las demás ciudades colombianas, como en el resto de Latinoamérica, la situación es similar. El continente sigue exhibiendo varios de los peores indicadores del planeta en materia de seguridad.
Buena parte de los robos a los edificios de oficinas se derivan de un manejo inadecuado del control de accesos. El modus operandi habitual de los ladrones solo puede funcionar si hay grietas de seguridad en los ingresos a las edificaciones.
Últimamente se han visto muchos casos en los que los delincuentes se valen de la sustitución de identidad para poder acceder al edificio y cometer sus fechorías. A veces se hacen pasar por funcionarios de empresas públicas y en otras ocasiones engatusan a las víctimas con historias falsas para ganar su confianza. De ahí que el control de accesos sea el punto a reforzar.
Sea como fuere, frente a este oscuro panorama, no queda más que profundizar e incrementar los aportes de los servicios de seguridad privada, que son el complemento natural para la actividad que realizan los miembros de la fuerza pública.

Lo primero: defensa en profundidad

02.2.edificios
Todo edificio de oficinas debe contar con un esquema de defensa en profundidad, que involucre los tres tipos de entorno existentes: entorno global de seguridad (zona exterior); entorno local de seguridad (las instalaciones del edificio); y entorno de seguridad electrónico (compuesto por equipos de seguridad y comunicaciones).
En ese orden de ideas, para que la estrategia de control de accesos tenga un nivel adecuado de eficiencia, debe aplicarse sobre seis componentes:
  • Protección perimetral
  • Control de tráfico vehicular
  • Sistema de alarmas
  • Control de llaves
  • Control de usuarios
  • Acceso de público
Así mismo, para proteger adecuadamente el edificio, se debe implementar un esquema que apunte a cuatro objetivos estratégicos:
  • Impedir la penetración de personas no deseadas o dificultar la salida en caso de que se infiltre un intruso
  • Impedir el acceso a los bienes más valiosos que se encuentran dentro del edificio, en caso de que el intruso logre penetrar
  • Implementar los mecanismos necesarios para lograr una detección temprana de los intentos de intrusión
  • Implementar un sistema de comunicación eficaz, que permita informar sobre las incidencias en tiempo real y coordinar las acciones pertinentes para enfrentar el riesgo
Esos objetivos involucran la puesta en marcha de cuatro procesos fundamentales: detectar, identificar, reaccionar y detener. Dentro de estos, los más importantes son los dos primeros, ya que si son confiables y eficaces, reducen significativamente cualquier riesgo potencial.
En este esquema, los elementos críticos son los puntos de acceso. Sin temor a exagerar, se puede afirmar que mantener controlados los puntos de acceso es ofrecer una garantía casi absoluta para la seguridad del edificio.

El control de accesos y los métodos de validación

Uno de los grandes errores de seguridad en los edificios de oficinas en Colombia ha sido el de utilizar métodos excesivamente tradicionales y desarticulados para impedir el acceso de intrusos. En muchas de estas locaciones se sigue empleando solamente a un par de guardias de seguridad, junto con dos o tres cámaras de video vigilancia en la puerta y/o el parqueadero. Pero no hay un sistema como tal, cada elemento opera por su cuenta.
Si se observa con detenimiento, la mayoría de los grandes robos a los edificios de oficinas ocurren precisamente en aquellos que manejan este tipo de esquemas. Por eso se debe insistir en la importancia de contar con sistemas que combinen la habilidad humana con los avances de la tecnología.
Uno de los elementos cardinales para lograr que el control de accesos funcione es la utilización de un método de validación confiable, que garantice la detección e identificación correcta de cualquier persona o vehículo que pretenda ingresar a la edificación.
Actualmente esos sistemas operan, por lo general, proporcionando al personal autorizado algún elemento de identificación y construyendo una base de datos con las placas de los vehículos que pueden acceder al edificio. Luego, mediante dispositivos electrónicos, se verifica la identidad al momento del ingreso y se permite o se niega el acceso.
Se utilizan elementos de identificación de varias clases: tarjetas inteligentes, que contienen un pin, un código de barras o una contraseña específica; elementos biométricos, como la huella digital, el iris o la voz, por ejemplo; autenticación a través de dispositivos móviles como celulares, y varias más.
SUPERACCESS emplea un método innovador y altamente eficiente, que facilita la autenticación al momento de ingresar al edificio. Se trata de la validación a través de la cédula de ciudadanía (Código de barras en 2D). El plus de este sistema es que agiliza el ingreso y ahorra costos.
En efecto, la cédula es un documento de identificación universal en Colombia, que todo mayor de edad debe portar consigo. De este modo, no es necesario expedir un documento adicional y se evitan así los inconvenientes por pérdida o deterioro, en el caso de tarjetas inteligentes.
Un sistema como el de SUPERACCESS ni siquiera demanda la presencia física de un vigilante en los puntos de acceso, ya que los dispositivos electrónicos se encargan por sí solos de verificar la identidad y autorizar el ingreso o denegarlo. Esto supone un importante ahorro de dinero para los interesados.

La administración de la seguridad en los edificios de oficinas


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El éxito del sistema de control de accesos no depende de lo sofisticados que puedan ser los dispositivos electrónicos de autenticación, ni de la cantidad o calidad de barreras físicas que se interpongan entre los intrusos y las oficinas.
En este campo, lo determinante es la estructura de seguridad.
La solidez de esa estructura viene dada por el grado de integración y coherencia de los elementos que la conforman, pero principalmente por una administración inteligente de los recursos disponibles.
En un edificio de oficinas debe existir una administración cooperativa del sistema de seguridad.
Esto significa principalmente dos cosas: una, que cada unidad (cada oficina) debe gestionar la seguridad en el espacio que le compete. Y dos, que, al mismo tiempo, todas las unidades (oficinas) deben operar bajo un sistema centralizado, de modo que no queden cabos sueltos.
En la práctica, esto se traduce en que sobre cada oficina recae la función de pre-autorizar y autorizar los ingresos a las instalaciones, estableciendo las restricciones que amerite cada caso.
A su vez, el sistema global debe operar de tal manera que impida el acceso a cualquier persona o vehículo que no haya sido autorizado por alguna unidad.
La plataforma Web SUPERACCESS opera de tal forma que puede ser administrada por la copropiedad, sin mayores dificultades. La arquitectura de esta plataforma permite que el sistema funcione de manera coordinada y que arroje información actualizada en todo momento.
La conectividad se logra a través de Internet y es así como hay comunicación permanente entre cada unidad, el centro de seguridad y los encargados de soporte técnico.

Control de accesos: Las zonas francas, un patrimonio que se debe proteger

Las zonas francas son un motor importante de la economía nacional. Constituyen un estímulo de primer orden para el emprendimiento, pero, además, son generadoras de empleo y promueven el desarrollo de las regiones adyacentes.Las zonas francas son desarrollo y progreso.
Se definen como áreas geográficas en las que se congregan una o varias empresas, las cuales gozan de múltiples ventajas de orden tributario y aduanero. A las mercancías que circulan por estas zonas no se les aplica el régimen ordinario de impuestos para importaciones y exportaciones. Adicionalmente, cuentan con una reducción del 15% del impuesto a la renta.
A las zonas francas también se les conoce como “distritos especiales”  y se crearon en 1958. Pero fue gracias a la Ley 1004 de 2005 como alcanzaron su auge. Con esa medida se creó un marco jurídico idóneo para el surgimiento de nuevas zonas francas en Colombia y para la consolidación de las ya existentes.

Las zonas francas en Colombia

Actualmente hay tres tipos de zonas francas en Colombia: permanentes, especiales o unipersonales y transitorias. Las zonas francas permanentes, como el nombre lo indica, se instalan y funcionan de manera constante como un parque industrial. Actualmente hay alrededor de 31 zonas francas permanentes en el territorio nacional.
Las zonas francas especiales o unipersonales funcionan con una sola empresa que, por lo general, es de alto impacto para la economía regional o nacional. De acuerdo con el renglón en que se especialicen, pueden ser: de bienes, de servicios, de servicios de salud, de proyectos agroindustriales, de sociedades portuarias o de reconversión de empresas existentes. En Colombia hay aproximadamente 71 zonas francas especiales, distribuidas en todo el territorio nacional.
Finalmente, las zonas francas transitorias corresponden a espacios temporales como ferias, exposiciones, congresos y todo tipo de eventos en el que se lleven a cabo negocios y transacciones de carácter internacional, con los mismos propósitos esenciales de la zona franca. Debido a su carácter transitorio, el número de estas zonas es indeterminado.

Los sistemas de seguridad en las zonas francas

La seguridad es uno de los grandes desafíos que debe enfrentar una zona franca. En la medida en que se trata de espacios que almacenan instalaciones, equipos y mercancías de alto valor, resulta predecible que fácilmente estén en la mira de la delincuencia.
Las zonas francas, en general, manejan su sistema de seguridad con base en los estándares del Sistema de Gestión en Control y Seguridad  BASC -Business Alliance for Secure Commerce-. Este es un manual de calidad que compendia un conjunto de criterios y de parámetros, que deben ser aplicados en todas las cadenas de suministro de las zonas francas para garantizar la seguridad.
El modelo BASC busca optimizar el rendimiento de la cadena de suministro y mitigar los riesgos de robo, pérdidas, contrabando y amenazas terroristas, tanto en Colombia como en todos los países con los que el país entre en contacto a través de las zonas francas. Toma en cuenta ocho aspectos que se deben tomar en cuenta para diseñar el sistema de seguridad:
  • Identificación de los empleados
  • Identificación de los visitantes
  • Identificación del personal de despachos
  • Monitoreo de entregas
  • Procedimientos de enfrentamiento y retiro de personas no autorizadas
  • Verificación para la pre-contratación
  • Verificación y análisis de antecedentes
  • Procedimientos de retiro de personal y accesos denegados
  • Procedimientos de seguridad requeridos para el transporte, carga, manejo y almacenaje
  • Cercado
  • Puertas y casetas
  • Estacionamientos de vehículos no comerciales
  • Estructura de los edificios
  • Control de cerraduras y llaves
  • Iluminación
  • Sistemas de alarmas y cámaras de videovigilancia
  • Protección con contraseña
  • Tecnología de informática
La plataforma Web SUPERACCESS es totalmente coherente con los criterios BASC, particularmente en lo que tiene que ver con el control de accesos. Tal y como lo establecen esos parámetros, SUPERACCESS incorpora un sistema eficiente de identificación para el control físico de accesos. La ventaja de la plataforma, en este caso, es que ese sistema está perfectamente integrado con los elementos de seguridad física tales como puertas, molinetes, etc.

El control de accesos en las zonas francas

El control de accesos es uno de los elementos cruciales en el sistema de seguridad. El tema se torna más complejo aún, si se toma en cuenta la magnitud que alcanzan varias de las zonas francas en Colombia, especialmente las que son de carácter permanente o tienen características especiales.
Por ejemplo, la Zona Franca de Barranquilla tiene una extensión de un millón de metros cuadrados y cuenta con un acceso directo al puerto-zona. Algo similar ocurre con la Zona Franca del Pacífico, que maneja unos volúmenes impresionantes de carga, o con la Zona Franca de Bogotá, que alberga a más de 230 empresas, entre locales y multinacionales.
Dada la dimensión del desafío, y con base en los parámetros BASC, se puede decir que los cuatro elementos clave para mantener controlados los accesos son:
  • Diseñar y desarrollar un sistema eficaz, y cien por ciento confiable, para la identificación de los empleados, visitantes, contratistas y personal de despachos, así como para los diferentes tipos de vehículos que ingresan a la zona
  • Instalar medios y herramientas de seguridad física con la capacidad para garantizar que existan barreras eficientes frente al ingreso de personas o vehículos no deseados
  • Implementar un sistema de monitoreo permanente en las instalaciones de la zona franca, de modo que se garantice una vigilancia integral
  • Desarrollar procedimientos puntuales para enfrentar y retirar a personas no autorizadas, para dar de baja en el sistema al personal retirado y para denegar accesos, cuando sea del caso.
Lo más usual es que para lograr esos cometidos se instale un sistema que combine medios físicos y dispositivos electrónicos. Por lo general, en las entradas de personas y vehículos se ubican molinetes, talanqueras y torniquetes de piso a techo.
Adicionalmente, se implementa un sistema de identificación que incluye carnetización del personal, como medio para gestionar las autorizaciones. A la vez, se emplean instrumentos tecnológicos para verificar la autenticidad de esos documentos al momento del ingreso.
Las cámaras de vigilancia o CCTV son al mismo tiempo una herramienta de monitoreo y un factor de integración en el sistema de seguridad, ya que capturan información en tiempo real y en diversos puntos simultáneamente. Esta información es constantemente contrastada con la que aportan los puntos de acceso, de modo que se garantiza un control adecuado en todo momento.
En un sistema como el que ofrece la plataforma web comunitaria SUPERACCESS todos los elementos del control de acceso se articulan a través de Internet. Esto permite centralizar la información y mantener un monitoreo eficiente en tiempo real, bajo un esquema 7/24.

Integración de seguridad y servicios en los accesos

Mantener un control de accesos idóneo es un valiosísimo aporte para todos cuantos tengan que ver con una zona franca. No solo permite preservar la seguridad e integridad de las personas, los bienes y las instalaciones, sino que además le aporta valor a los negocios que tienen lugar en este entorno.
Sin embargo, este no es el único beneficio que puede ofrecer el sistema de control de acceso. En tanto se trata de los puntos que marcan una frontera entre el interior y el exterior de la zona franca, también pueden cumplir un papel estratégico en términos de información y de marketing.
En el plano de la información, porque constituyen la fuente directa a la que acuden todas las personas que ingresan a las instalaciones. En esta medida, es desde allí desde donde se puede brindar una orientación precisa sobre diferentes aspectos como ubicación de las empresas, desplazamientos, horarios de operación, etc.
Así mismo, los puntos de acceso representan la imagen inicial de la zona franca y de todas las empresas que operan allí. Lo que encuentra el usuario al ingresar le permite formarse una imagen de la zona misma. Según lo que vea allí, le adjudicará algunos valores asociados con la atención, la eficiencia, la prontitud, etc. De este modo, los controles de acceso también comunican y en esta medida son componentes del marketing empresarial.

Los servicios de seguridad electrónica: ¿Inversión o gasto?

Las empresas en la actualidad no pueden darse el lujo de hacer inversiones que no estén justificadas con argumentos sólidos. Las soluciones de seguridad no escapan a esta lógica. Por eso resulta crucial que haya suficientes evidencias de que la inversión en seguridad es realmente rentable, antes de contratar este tipo de servicios.
Hay un conjunto de interrogantes que deben ser resueltos, al momento de decidir si la empresa o la unidad de negocios necesita un servicio de seguridad electrónica: ¿Cuánto le cuesta a la empresa la falta de seguridad eficiente? ¿De qué manera se impacta la productividad, por fallas en la seguridad? ¿Hay realmente un retorno eficiente al hacer la inversión en seguridad?
Sean cuales sean las respuestas, lo cierto es que la seguridad electrónica en casi todos los países sigue siendo un negocio en expansión. Se estima que las solicitudes en equipos de seguridad superaron con creces la cifra de 90 billones de dólares en el último año, según un reporte de RNDS Argentina. Este dato permite apreciar la gigantesca dimensión de este negocio en el mundo entero.
No es gratuito que ese sea el panorama. La seguridad electrónica ha probado ser un medio para alcanzar sistemas de seguridad más eficaces, incrementar la calidad de vida y ahorrar gastos en vigilancia. Lo más importante es que también se han convertido en un componente que añade valor a la propiedad o al negocio que los emplea.

La resistencia a las innovaciones. La resistencia al cambio

No todos los empresarios han logrado dimensionar la importancia de los servicios de seguridad electrónica. Predomina un enfoque conservador en esta materia. En general, se confunde el concepto de sistema de seguridad con el de sistema de vigilancia. Por esa misma razón, no se logra apreciar el valor que aporta un sistema de seguridad electrónico, frente a un sistema de vigilancia basado en guardias.
Una buena parte del empresariado es migrante en el campo de los sistemas digitales. Esto quiere decir que se trata de ejecutivos que nacieron antes de la era tecnológica y tuvieron que irse adaptando a ella cuando irrumpió en todos los ámbitos de la vida cotidiana.
Muchos de esos empresarios han migrado a las nuevas tecnologías después de grandes resistencias y con un cierto desdén. No confían en la interacción entre el hombre y la máquina, o se sienten intimidados porque perciben el mundo digital como un entorno complejo, que escapa a su control.
También existe un mito en torno a los costos: son todavía muchos los que presumen que la migración hacia un entorno tecnológico implica altos costos, debidos a la adquisición de nuevos equipos. Además, también pueden percibir su esquema de seguridad, basado casi exclusivamente en vigilantes, como un modelo eficiente que no necesita complementos adicionales.
A esto se suma la oferta de muchas de las compañías de seguridad que también siguen operando a través de un esquema basado en la vigilancia física. Hay que tomar en cuenta que la mayor parte de las empresas de seguridad han sido creadas por funcionarios que vienen de las fuerzas armadas y que, por eso mismo, están más acostumbrados a trabajar con personal bajo su control que con un sistema electrónico a disposición.
De ahí que muchas de esas empresas de seguridad mantengan el modelo tradicional de vigilancia. Su estrategia es competir a partir de una sola variable: precio. Los empresarios son muy sensibles a los costos y el esquema entonces se mantiene, sin grandes signos de evolución.

Las claves de la oferta y la demanda en seguridad electrónica

04.4.Inversion
La mejor manera de ofrecer un servicio de seguridad electrónica es haciendo tangibles los beneficios en términos de rentabilidad. El ahorro en costos, el incremento de la productividad y un esquema atractivo de retorno de la inversión son los mejores argumentos. Todo esto se puede sintetizar en tres grandes beneficios de la seguridad electrónica, frente a los sistemas tradicionales de vigilancia:
  1.  Incremento de la eficiencia y la eficacia en la protección de personas y activos
Los sistemas de seguridad electrónicos ofrecen importantes ventajas en materia de protección. La primera es la posibilidad de implementar un sistema de vigilancia que funciona 24 horas, 7 días a la semana y en todos los espacios de las instalaciones. En una palabra, la seguridad electrónica puede proporcionar cobertura total, mientras que con la seguridad física el alcance es limitado.
De otro lado, los medios electrónicos brindan la oportunidad de establecer alertas tempranas: el episodio de riesgo puede ser captado velozmente y esto brinda la posibilidad de implementar una respuesta adecuada. Esto aplica no solamente para contrarrestar el factor sorpresa, tan frecuentemente empleado por la delincuencia, sino para controlar situaciones de peligro como incendios, accidentes, etc.
Finalmente, no se pueden dejar de lado otros dos importantes factores de eficiencia. Uno, que los sistemas de seguridad electrónicos, por sí solos, constituyen un elemento disuasivo para las pretensiones criminales. Y dos, que este tipo de mecanismos protegen al máximo la vida y la integridad del personal de seguridad, en tanto reducen su nivel de exposición directa a actos delincuenciales.
Todos esos factores hacen que un sistema de seguridad electrónico ofrezca mayor rendimiento que uno convencional. Esto se traduce en un menor número de incidentes de riesgo y en un plus para el valor y el prestigio de las instalaciones.
  1.  Mayores garantías de continuidad en la actividad empresarial
El sistema de seguridad electrónico puede alinearse fácilmente con las metas empresariales. Esto, debido a que un incidente de seguridad puede perjudicar la continuidad de la actividad empresarial, originando con ello un riesgo de pérdidas. Por lo tanto, a menor número de incidentes, mayor continuidad.
La compañía mexicana Schneider Electric, especializada en seguridad, elaboró un estudio sobre el impacto de los servicios de seguridad electrónica en la continuidad de la actividad empresarial. Tras 30 meses de observación, pudo concluir lo siguiente:
  • El tiempo necesario para responder a una incidencia de seguridad se redujo en un 30%
  • El tiempo dedicado a responder frente a alarmas injustificadas se redujo en un 430%
  • Se produjo una reducción en el costo del personal de seguridad
  • Se redujeron los costos administrativos en la elaboración de reportes e informes, ya que el sistema mismo los generaba
  1.  Aumento de la productividad
La tecnología de seguridad aporta valor al facilitar un monitoreo eficiente de los procesos productivos y reducir las pérdidas originadas en deficiencias operativas y robos internos. Esto se debe a que los medios tecnológicos aportan información de valor para analizar y pulir todos los procesos productivos; su función no es únicamente punitiva, sino también preventiva y de insumo para toma de decisiones.
Si la tecnología, el personal y los procesos trabajan en forma mancomunada, las empresas cosechan grandes beneficios que, indudablemente, van más allá de los límites operativos. Se reflejan en una mayor productividad y eficiencia en el conjunto de la organización.
Los sistemas de seguridad electrónicos ofrecen una panorámica privilegiada para monitorear toda la actividad que se desarrolla en una locación específica. Esto se produce en tiempo real y, en esa medida, aporta una información útil que facilita la toma de decisiones gerenciales.
Estas ventajas se potencializan cuando la infraestructura de seguridad se integra cabalmente con otros sistemas como gestión de personal, sistemas de energía, sistemas informáticos, etc.
Integración es precisamente el plus que ofrece SUPERVISA S.A. para fortalecer la actividad de la gerencia, a través de soluciones en seguridad electrónica. Esto se logra a partir de la sinergia entre todos los componentes involucrados y gracias a la producción de datos relevantes, por medio de informes, reportes y estadísticas.

Nuevos tiempos, nuevos modelos de negocio

No cabe duda de que la innovación, en el mundo de la gerencia, es la fuente principal de generación de valor. Esa innovación se refleja principalmente en el modelo de negocio que adopta una empresa.
Modelo de negocio se puede definir, según palabras de Alexander Osterwalde, experto en el tema, como: “Una herramienta conceptual que, mediante un conjunto de elementos y sus relaciones, permite expresar la lógica mediante la cual una compañía intenta ganar dinero generando y ofreciendo valor a uno o varios segmentos de clientes”.
En el campo de la seguridad electrónica, así como en otros campos de la economía, viene dándose un cambio en los modelos de negocio. El cliente actual demanda soluciones flexibles, eficientes y a bajo costo. De ahí que hayan surgido nuevos emprendimientos, que se caracterizan por adaptarse a las necesidades de cada cliente específico y ofrecer múltiples alternativas para la adquisición de un bien o de un servicio.
Dentro de estos se destacan algunos como el modelo de negocio por suscripción. Se trata de un esquema antiguo, que ahora se ha visto renovado. Consiste en ofrecer al usuario una suscripción (pago por adquisición temporal), para que a cambio reciba una propuesta de valor (un producto o servicio con valor agregado).
Otro modelo de negocio innovador es el que se basa en el leasing y todas sus derivaciones. En este, el cliente toma en arriendo un equipo y lo usa, sin que adquiera el compromiso de comprarlo. Este modelo les permite a muchas personas y empresas acceder a bienes que de otra manera serían imposibles de adquirir.
La compra y venta de bienes ha cedido su lugar a la compra y venta de asesoría y conocimiento. Las empresas saben que el conocimiento es la base del crecimiento. Por eso hay un importante renglón de modelos de negocio en el que lo que adquiere el usuario es el conocimiento aplicado del proveedor.
Es lo que ocurre con los negocios de seguridad electrónica que venden asesoría para el diseño de esquemas de seguridad, o los que ofrecen el soporte técnico como valor agregado en la adquisición de un producto.
SUPERVISA S.A. ha implementado varios de estos nuevos modelos de negocio, como estrategia para ofrecer una propuesta de valor a los usuarios. Esta compañía es pionera en Colombia en el arrendamiento de soluciones en seguridad electrónica. También tiene una amplia oferta en el renglón de asesoría para el diseño de esquemas de seguridad y soporte técnico.
Estos modelos de negocio vienen adquiriendo cada vez mayor relevancia en el mundo de la seguridad electrónica. Buena parte de las empresas del sector han comprendido que la profesionalización y la especialización son las cartas que deben jugar para crecer y permanecer en el mercado. Poco a poco van desapareciendo aquellas que son “expertas en todo” y que ofrecen servicios estándar, con poco valor agregado.
El mundo gira a un ritmo avasallante. La tecnología no se detiene y los negocios son cada vez más especializados y volátiles. Quien quiera permanecer en el mercado debe agilizar el paso y admitir que la innovación es la mayor garantía de supervivencia en un mundo que cambia a cada instante.