El
sector de restaurantes, bares y cafeterías tiene, por su propia naturaleza, una
serie de características que lo hacen vulnerable a las pérdidas y los robos.
Representa un auténtico desafío para la seguridad, dado el alto volumen de
tráfico que mantiene y la relativa facilidad con la que pueden ser sustraídos
los bienes en estos espacios.
Este
tipo de establecimientos se enfrenta a riesgos tradicionales como el hurto
interno y externo, pero también deben asumir los peligros propios del manejo de
la cocina, los comportamientos derivados del consumo de bebidas alcohólicas y la
evacuación de los clientes en caso de riñas o eventualidades indeseadas.
Un
sistema de seguridad integral no solamente debe cubrir esos frentes, sino que
también realizará una supervisión detallada sobre renglones decisivos para la
buena marcha del negocio, como la atención al cliente y las buenas prácticas
sanitarias.
Los ejes de la
seguridad en los restaurantes
La
prioridad en términos de seguridad es, obviamente, proteger la integridad tanto
del personal propio del local, como de todos los clientes. El segundo gran
propósito es garantizar el cuidado y la conservación de los bienes e inmuebles
del establecimiento.
Para
lograr esos dos objetivos, el papel de la prevención es determinante. Un
establecimiento de esta naturaleza no puede darse el lujo de estar en conflicto
permanente con el público y los empleados. Su esquema de seguridad debe ser
discreto y eficiente, ya que esas virtudes inciden de manera rotunda en el
prestigio del local.
SUPERCONTROL cumple
precisamente ese papel de prevenir incidentes. Mediante el uso de cámaras de
vigilancia, ubicadas en puntos estratégicos, consigue en primera instancia
disuadir a los delincuentes para que se abstengan de cometer fechorías. Los CCTV son
los principales enemigos del hampa. Por eso también siempre es sano colocar las
placas de seguridad con la indicación de que el establecimiento está
monitoreado las 24 horas del día.
Pero las cámaras no solamente logran
disuadir a los malhechores, sino que también constituyen un mecanismo de alerta
temprana ante la presencia de intrusos. Un restaurante, bar o cafetería
tiene zonas altamente sensibles como la cocina, las oficinas o el almacén. El
monitoreo constante permite detectar rápidamente la presencia de personas
indeseables o malintencionadas en esos espacios y tomar las medidas correctivas
a tiempo.
Adicionalmente,
las imágenes capturadas a través de SUPERCONTROL
se convierten en evidencia. Este elemento es crucial, pues los restaurantes son
víctimas frecuentes de dos formas de estafa: el uso de tarjetas de crédito o
cheques fraudulentos y las reclamaciones falsas. En ambos casos el archivo de
imágenes será una ayuda invaluable para identificar a los responsables o para
establecer de manera confiable la forma en la que ocurrieron los hechos.
Otras
prácticas comunes como “comer y correr” son básicamente imposibles de evitar.
Un manejo de los accesos y salidas que dificulte este tipo de actos, sin
perjudicar la seguridad ante una eventual evacuación, es una medida adecuada.
Las cámaras permitirán capturar la imagen de estos pequeños estafadores y
quedará al menos una evidencia que puede ser aportada a las autoridades.
La supervisión interna
del restaurante
No
es raro que parte las pérdidas en un restaurante, bar o cafetería, se deriven
de acciones fraudulentas de los propios empleados, o de una atención deficiente
que aleja a los clientes. Tampoco es extraño que el personal se ausente cuando
no debe hacerlo, sobre todo si se tiene en cuenta que generalmente se trata de
empleados con alto nivel de rotación.
Por
eso, un sistema de seguridad inteligente debe abordar en detalle estos factores
para contribuir verdaderamente a que el establecimiento alcance un rendimiento
óptimo.
Hay
varios renglones que se pueden monitorear en detalle, a través de la vídeo
vigilancia que se efectúa por medio de la plataforma ORUS. Se destacan cinco
ítems:
- Supervisión de los procesos de preparación de la comida y de la forma como se sirve.
- Servicio al cliente por parte de los camareros y el resto del personal.
- Análisis del volumen de público por fecha y hora, además de una completa observación y registro del comportamiento y características de los clientes.
- Inspección permanente de las áreas restringidas del restaurante, en particular de la despensa o del almacén.
- Seguimiento constante a la actividad en las cajas registradoras.
Con los equipos de CCTV se tiene un control
completo sobre todo el perímetro del restaurante, lo que incluye cocina,
comedor, pasillos, bar y caja registradora. Las entradas y salidas del
establecimiento también deben estar cubiertas, por supuesto.
Además
de que se debe contar con un proceso de selección de personal muy riguroso,
también se deben tomar otras medidas para prevenir o frustrar los hurtos
internos. Es necesario mantener un sistema de inventario coherente, que permita
hacer un seguimiento minucioso a lo que se conoce como “desperdicios”:
productos dañados o estropeados. Es un rubro que suele arrojar balances
imprecisos y confusos.
También
es necesario tener especial cuidado con los alimentos y bebidas que no traen
empaques unitarios, sino que se distribuyen a granel. Es en esta línea donde
más pérdidas inexplicables pueden generarse.
A
través de SUPERCONTROL
se analizan las imágenes capturadas por las cámaras y se detectan y evalúan
constantemente las actividades de los empleados. ¿El tiempo de despacho de una
comida es el que el cliente desea o espera? ¿La atención que recibe por parte
de los camareros cumple con los estándares establecidos? ¿El personal llega a
tiempo y se mantiene en ejercicio de sus funciones durante el turno que le
corresponde?
Todos
esos elementos son identificados, analizados y procesados a través de SUPERCONTROL.
Al final se elaboran reportes
estructurados, de acuerdo con las necesidades del establecimiento, con el fin
de que se corrijan los fallos persistentes y se prevengan anomalías.
Para
que un restaurante mantenga su buen nombre y atraiga los clientes que desea, es
necesario incluir la seguridad dentro de las decisiones estratégicas. No de
otro modo se puede lograr que las pérdidas se reduzcan, al tiempo que aumenta
la eficiencia. Un esquema eficiente de
seguridad genera confianza; la confianza da prestigio y este se traduce en mayores
ganancias.
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