Desde hace dos o
tres décadas comenzaron a aparecer los condominios campestres en Colombia. Pero
es en los últimos años cuando realmente se convirtieron en una opción
habitacional muy estimada entre los estratos socio económicos más elevados.
Generalmente se
ubican en las afueras de las grandes ciudades, a veces a distancias
considerables de estas. En últimas, se
trata de unidades habitacionales que incorporan características urbanas y
rurales al mismo tiempo. Esto las convierte en verdaderos desafíos para la
seguridad.
Casi siempre
están ubicados en terrenos abiertos y extensos, que incluyen zonas privadas y
áreas colectivas. Todas estas características configuran condiciones sui
generis para el diseño de los esquemas de protección. Por eso merecen un tratamiento especial en el
que muchas variables deben ser tomadas en cuenta.
Los principales desafíos de los condominios campestres
El primer gran
reto para garantizar la seguridad en un condominio campestre es el hecho de que
este tipo de construcciones se ubican en terrenos muy extensos. A veces abarcan
hasta más de cien hectáreas. Por lo tanto,
el área a controlar es significativamente superior al de otro tipo de unidades
habitacionales.
A esto se suma
el hecho de que, en general, no poseen entradas y salidas únicas. Se puede
acceder a pie, en automóvil, motocicleta o bicicleta, por diferentes puntos.
Esto no sería
problema si no fuera porque este tipo de copropiedades no tienen un adecuado cerramiento
perimetral, en muchas ocasiones. Muchas de ellas están al lado de grandes
fincas, separadas apenas por una barrera artesanal como un pequeño muro de
piedra. A veces hay cercas de alambre de púas, con postes de madera entre sí.
Esto, por supuesto, hace que los accesos estén lejos de ser infranqueables.
Todo lo contrario: en muchos casos acceder al área del condominio es una tarea
absolutamente simple.
A veces no se
toma en cuenta que la ubicación de estos condominios coincide con la de muchos
vecindarios inseguros. La tierra suele tener un costo más bajo en las afueras
de la ciudad; también existe menos control de las autoridades para los
asentamientos ilegales. Así que no es raro encontrar que estos condominios
campestres sean muy próximos a barriadas inseguras, lo cual aumenta la urgencia
de protección profesional.
Para completar,
es frecuente que en los terrenos ocupados por los condominios campestres haya
iluminación deficiente. Esto se debe a que se trata de zonas relativamente
apartadas. Además, en el campo solo se iluminan las casas y los caminos, de
modo que siempre quedarán áreas extensas completamente a oscuras.
De esto también
se desprende que haya una enorme dificultad para instalar sistemas de CCTV, dado que no es
nada sencillo tender ductos y cables para garantizar su funcionamiento. Además,
estos sistemas de video vigilancia no resultan muy confiables, precisamente
porque las condiciones de luz no facilitan la obtención de imágenes con
suficiente calidad.
Estos, entre
otros factores, hacen que la seguridad en los condominios campestres demande
diseños muy particulares, que se adapten a estas difíciles condiciones.
¿Cómo garantizar seguridad en los condominios
campestres?
Los condominios
campestres exigen que se implemente un esquema de seguridad que incluya cuatro
componentes bien estructurados: seguridad de acceso,
seguridad interior, seguridad industrial e higiene y seguridad de obra.
Dentro de estos elementos el más importante es, sin
duda, el control de acceso. De este dependen los
demás componentes. Es también la razón de ser de los condominios, que nacieron
como alternativa habitacional precisamente para resguardarse de los intrusos y
los extraños.
Es muy importante que la portería deje de ser un
espacio simbólico y se convierta en un centro eficiente para el control de la
seguridad. Por eso resulta crucial que las entradas
y salidas de personas y de vehículos se concentren en puntos muy específicos,
completamente identificables y dotados con la capacidad para actuar como un
verdadero filtro.
Para ello es
necesario que se haga un cierre perimetral eficiente. Se deben aprovechar las
barreras naturales como lagos, arroyos o matorrales. Al mismo tiempo, es
necesario identificar los puntos vulnerables y aplicar medidas de control allí.
De este modo, se restringe el ingreso a la propiedad y se pueden ofrecer
verdaderas garantías.
SUPERVISA S.A. cuenta con una plataforma
web para el control de accesos, de altísima confiabilidad. Se trata de SUPERACCESS, un servicio que emplea las
últimas tecnologías para controlar de manera rigurosa la entrada y salida de
vehículos y personas. Contribuye de manera eficiente a gestionar cualquier
barrera física, de modo que sea prácticamente infranqueable.
De los
condominios campestres entran y salen los residentes, familiares, visitantes,
mensajeros, domiciliarios y empleados. No es raro que en estas áreas se
realicen obras de construcción con relativa frecuencia. Así que a todos los
anteriores hay que sumar a los obreros, contratistas y todo el personal que
lleva a cabo esos adecuamientos. Si un intruso logra infiltrarse entre alguno
de esos grupos de personas, las consecuencias pueden ser graves. No solo una,
sino todas las propiedades quedan en riesgo. También las personas que están
allí y todos los bienes que se encuentren en el área. De ahí que contar con un control de acceso eficiente sea el eje de la
seguridad en los condominios campestres.
Lo ideal es
contar con un sistema inteligente de control de acceso, que establezca
diferentes niveles de privilegios. El modelo de control de SUPERACCESS funciona a
partir de esa lógica. Gracias al uso de tecnologías de punta, aplica un sistema
de pre autorización para quienes ingresan en la propiedad, de modo que la
validación del ingreso se realiza rápidamente y con el más alto grado de
confianza.
No se debe
perder de vista que también es muy importante mejorar la iluminación del lugar,
especialmente en las zonas próximas a las casas y a las vías. Así mismo,
resulta conveniente que se instalen alarmas autónomas contra robo en las casas.
Estos sistemas, por supuesto, deben estar monitoreados a distancia y,
sobretodo, garantizar una reacción rápida y eficaz frente a cualquier
eventualidad.
Los criminales
siempre hacen una evaluación de costo/beneficio antes de emprender algún
ilícito. De ahí que cuando encuentran un sistema de seguridad compacto y bien
establecido, es difícil que se arriesguen a llevar a cabo una acción delictiva.
En SUPERVISA hay una amplia
oferta de alternativas en seguridad electrónica. Circuitos cerrados de
televisión, alarmas contra intrusos y sistemas de detección y extinción de
incendios, son, entre otras, las soluciones muy populares. Y con un plus: los
equipos se pueden arrendar, no es necesario adquirirlos definitivamente. Es una
excelente manera de controlar circunstancias temporales (como una obra de
construcción, o el alquiler de una propiedad) y de evaluar distintas opciones
de seguridad.
En cualquier
caso, independientemente de los medios que se usen, nunca se debe subestimar el
poder de la comunidad para garantizar la seguridad en un determinado sector. Si los copropietarios
están al tanto de las posibles amenazas y cooperan con los sistemas de
seguridad, hay una alta probabilidad de que no sean víctimas de los criminales.
Mucho más en los condominios campestres, que por sí mismos son una
comunidad con rasgos análogos que busca protegerse y proteger sus bienes de la
inseguridad.
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