El negocio de la seguridad electrónica muestra una clara tendencia al crecimiento en todo el mundo, cada día hace mayor presencia en todos los campos de la sociedad. Todos los estudios indican que esta evolución continuará, independientemente de las condiciones económicas de los países y de la percepción de seguridad en los ciudadanos.
Las razones que explican este incremento
son muchas, pero se destacan principalmente dos grandes fuerzas de impulso.
Según las investigaciones realizadas por el Licenciado Francisco Grez Aldana,
experto chileno en seguridad, los países con mejores condiciones económicas y mayor
gobernabilidad presentan un elevado crecimiento en los servicios de seguridad.
Esto, independientemente de que haya o no inseguridad en esas naciones. Se
sabe, entonces, que el crecimiento
económico por sí solo jalona el crecimiento de la seguridad privada.
Hay algunos países que no tienen un PIB
elevado, pero en los que también se ha detectado un notorio crecimiento en los
servicios de seguridad privada. En particular, se trata de naciones
latinoamericanas en donde este segmento ha tenido un gran florecimiento.
Es el caso de Colombia y México, en donde
hay graves problemas de corrupción, falta de gobernabilidad y una percepción de
seguridad negativa. Son precisamente esas variables, unidas a un relativo
progreso económico, las que disparan la demanda por la seguridad privada.
Como quiera que sea, el panorama global del mercado de seguridad electrónica en todo el
mundo está experimentando un auge que, por ahora, parece imbatible. Este
sector maneja cifras astronómicas en todas partes y aunque el 70% de ese
mercado se concentra en Estados Unidos y Europa Occidental, también en casi
todos los países con economías emergentes cobra importancia día a día.
Colombia:
un mercado que florece
La situación de los servicios electrónicos
en Colombia es extraordinaria actualmente. Según Duván Chaverra, un estudioso
del tema, el país ocupa un lugar privilegiado en la agenda de los grandes
fabricantes de seguridad
electrónica del mundo. Muchos de los
gigantes del medio han escogido a Colombia como sede para atender los negocios
de toda la región. El mercado vive un momento excelente.
En este contexto hay dos grandes segmentos
que sobresalen en el mercado colombiano. El primero es el de los distribuidores
de equipos de seguridad, o sea las empresas que importan y luego comercializan
todos los dispositivos del ramo. El segundo es el sector de los integradores de
sistemas, que corresponde a las compañías encargadas de ofrecer soluciones
integrales a los usuarios, las cuales incluyen instalación, operación y
mantenimiento de los equipos.
El potencial es inmenso. A la fecha, la
industria de la seguridad colombiana hace presencia prácticamente en todos los
sectores del país. Las nuevas tecnologías han creado una demanda en áreas como
la seguridad nacional, las zonas rurales, la vigilancia en carreteras, la
industria, el comercio, los hospitales y los hogares.
La seguridad se ha convertido en una
estrategia competitiva para generar valor en las empresas. Como se trata de un
sector transversal, puede afirmarse que llega a todos los nichos de la
economía. Y además de ser uno de los grandes soportes empresariales, también es
un factor que está contribuyendo a solucionar varios problemas del Estado y de
las comunidades.
Hoy día empresas como SUPERVISA S.A. ofrecen soluciones de
seguridad para todos los niveles corporativos, empleando para ello tecnologías
de punta. Esta compañía se ha enfocado principalmente a uno de los servicios
que mayor demanda tiene actualmente en Colombia: el control de acceso. Para ello ofrecen la plataforma web SUPERACCES, de última tecnología y con
excelente respuesta en el mercado. Esto, sumado a un excelente servicio
técnico, la ha puesto a la vanguardia de las empresas de seguridad electrónica
en el país.
Cifras
que hablan por sí solas
En una edición dedicada al tema, la Revista
Dinero indica que los servicios de seguridad electrónica generan ingresos
operacionales que son tres veces mayores a los originados por el sector
hotelero, el doble frente al sector bananero y 1,2 veces superior al sector
floricultor. Estas son palabras mayores.
Un estudio realizado en 2012 señaló que la
demanda de equipos de seguridad superó los 90 billones de dólares.
Aproximadamente el 37% de las solicitudes se orientaban a los Circuitos
Cerrados de Televisión (CCTV) y luego en su orden a: equipos de Rayos X,
monitores de televisión, equipos de detección de metal, dispositivos de bloqueo
de comunicaciones, dispositivos de vigilancia y detección de incendios.
Las
compañías que registran un mayor crecimiento son aquellas que no hacen uso de
las armas y cuyo principal enfoque gira alrededor
de los sistemas de monitoreo de alarmas para residencias y oficinas, rastreo de
vehículos y circuitos cerrados de televisión.
En 2013 los ingresos para los empresarios
de la seguridad estuvieron en el orden de los 4,9 billones de pesos. De hecho,
los servicios de seguridad privada en Colombia, cuya punta de lanza es la
seguridad electrónica, suman en su conjunto el 0,82% del PIB según los datos
más recientes.
La Dirección
de Estudios Estratégicos Grupo de Información Estadística, adscrita al Ministerio
de Defensa de Colombia, ha informado que en 2014 la demanda por este tipo de
servicios ha aumentado en un 6% respecto a los primeros semestres de 2012 y
2013. El panorama es estupendo.
La misma
fuente ha informado que todos los indicadores son claros: la seguridad electrónica es un recurso eficaz y ha logrado prevenir,
detener y disminuir la delincuencia en los ámbitos donde ha sido aplicada. La
percepción de los ciudadanos es también muy favorable frente a estos mecanismos
para proteger sus bienes y su integridad personal.
La Cámara de
Comercio de Bogotá realizó una investigación en la que se indica que durante
los años comprendidos entre 2004 y 2012 los colombianos han adquirido servicios
de seguridad electrónica en un promedio del 62% anual.
Este
contexto es lo que ha favorecido el florecimiento de empresas como SUPERVISA S.A. que inició operaciones hace 36
años supervisando los cargamentos en los puertos colombianos y que hoy en día
ofrece un amplio portafolio de servicios impensables al momento de su creación.
Es una de esas compañías locales que han
sabido evolucionar de la mano de las nuevas tecnologías y que han logrado
aprovechar al máximo las condiciones favorables del mercado para su crecimiento
y expansión.
Perspectivas frente al futuro
Desde el
punto de vista tecnológico, las expectativas vienen concentrándose
progresivamente en las soluciones IP desde 2006. En el plano mundial el segmento que parece estar liderando el mercado
es el de servicios de control en nube. Voceros de IHS Technollogy han
afirmado que la demanda por ese tipo de soluciones se incrementará en un 63%
durante 2014, principalmente en las economías más desarrolladas. Esta tendencia
alcanzará paulatinamente a los demás países.
SUPERACCESS cuenta con la Plataforma ORUS, un innovador sistema de seguridad que
permite realizar un monitoreo remoto del acceso a edificios, empresas, zonas
francas y todo tipo de organizaciones. La
plataforma web SUPERACCESS aplica un proceso de pre-autorización para
personas y vehículos, de modo que el ingreso seguro está garantizado y se
realiza con gran velocidad y eficiencia. Se vale del código 2D, que está en
todas las nuevas cédulas de ciudadanía colombiana, entre otros documentos de
identidad. Ofrece soluciones personalizadas que se ajustan de manera precisa a
las necesidades de cada organización.
Todo indica que el Estado y los hogares son quienes
van a hacer subir las cifras de la demanda por los servicios de seguridad
electrónica. En Bogotá,
por ejemplo, el gobierno capitalino tiene instaladas 411 cámaras para
monitorear la seguridad del distrito; pero necesita 4 mil, por lo menos, para
atender a las necesidades de los ciudadanos. Algo similar ocurre en las demás
ciudades del país.
En cuanto a
los hogares, las tecnologías de seguridad poco a poco han ido convirtiéndose en
parte de la canasta familiar. La tecnología IP ofrece soluciones baratas y
fáciles de manejar. Esto hace que nunca como ahora haya tanto interés de los
ciudadanos por adquirir opciones que les permitan mantener bajo control la
seguridad en su hogar.
Existen
todavía algunas limitaciones culturales, porque los servicios de seguridad electrónica no solamente abarcan máquinas y dispositivos, sino
también una educación básica para comprender y hacer uso de estas soluciones.
Algunas empresas siguen evaluando sus opciones a partir del precio y no de
otras variables como la mayor eficiencia o el servicio técnico que adquieren
con el producto. Aún
hace falta conocimiento e información y son los empresarios del sector quienes
deben asumir la bandera para llenar este vacío cultural.
De cualquier manera, el
mercado colombiano tiene un potencial extraordinario para los servicios de
seguridad electrónica. Colombia es uno de los epicentros para este tipo de
negocios en Latinoamérica y no existe ninguna señal de que esto vaya a cambiar
en los próximos años.